«Se me caían las lágrimas, no lo podía creer. Es impresionante la cantidad de gente que me está llamando, no lo puedo creer. De estar afuera del hotel, gritando, a estar durmiendo en el mismo hotel con ellos». De esta manera, todavía sin poder creerlo, Cristian Solera relató el suelo cumplido pocas horas antes en Londres.
Fanático de Messi y oriundo de Pocito, hace años que esperaba un encuentro con el crack. Hasta ayer se le negaba pese a los múltiples intentos del joven. Sin embargo, el milagro se concretó y Cristian logró lo que tanto deseaba: no sólo tuve frente a frente al ídolo, sino que también el mejor jugador del mundo le firmó un tatuaje y hasta la bandera de Atenas.
Solera tiene 31 años y vive en Dinamarca. Ya el año pasado, cuando Argentina enfrentó a Brasil en el Estadio del Bicentenario, esperó a Messi durante horas en la puerta del Hotel Del Bono, pero no hubo acercamiento. Eso sí, vivió una situación por demás insólita. Es que se puso una remera que decía se busca con la imagen del siempre provocador Richarlison. ¿Qué sucedió? La fotografía no tardó en recorrer el mundo y el propio futbolista brasilero la compartió en sus redes junto a la leyenda .
En ese momento, Cristian había comentado: “Soy de Pocito, pero vivo en Dinamarca hace un año. Perdí el vuelo y uno de mis trabajos para quedarme a captar la firma de Leo. Espero que valga la pena porque lo vengo siguiendo desde París, San Pablo y ahora me vine a mi provincia. De acá no me muevo hasta que me haga la firma para después hacerme un tatuaje”, cuenta Cristian Solera, de 30 años.
Finalmente, no fue en San Juan pero Cristian pudo cumplir el sueño de su vida. «Es muy humilde, caladito. No lo puedo creer, ahora tengo que encontrar alguien que me tatúe la firma», señaló.
También contó que estuvo con Claudia Villafañe y con Benajmín, hijo del Kun Agüero y nieto de Diego.